lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Amenazas a México si no entregamos nuestro petróleo a extranjeros? Digo ¡no!, México para los mexicanos

Si estás de acuerdo, cópialo y pégalo en donde te sea posible. Nos ha de servir en el futuro publicar por doquier nuestro rechazo. Legalmente podremos hacer algo en el porvenir, porque somos los legítimos dueños de Pemex, CFE, el petróleo, electricidad y demás energéticos, que lo sepan aquellos avorazados que se soban la manos con bienes ajenos que compran a «políticos» sin escrúpulos. No se puede usurpar el consentimiento de una nación, sin importar que Exxon Mobil, Comexi, Bloomberg y Rozental & Asociados, sobre todo estos últimos quienes habrían deslizado la amenaza de que «si México no trabaja en este momento en dicha reforma (la de Enrique Peña Nieto, PRI y PAN) vamos a perder el tren, de manera que en el corto plazo se comenzarán a ver efectos negativos en el mercado» (La Jornada). Y dichos efectos negativos serían fuga de capitales, devaluación del peso y desplome bursátil, aunque a la mayoría de los ciudadanos nada nos convenga las especulaciones en las bolsas de valores, sean mexicana o extranjeras.
   Además, ¿México se dejará amenazar por tomar decisiones soberanas, y con el pensamiento de lo que es mejor para su pueblo, su presente, su futuro y su historia? Político mexicano que se somete a intereses ajenos y contra nuestro país, político que nos traiciona.
   Así pues, actualicemos y precisemos nuestra negativa a entregar nuestra riqueza nacional:


Soy mexicano y manifiesto mi firme rechazo a privatizar, vender o entregar a personas físicas o morales, nacionales o extranjeras, a Pemex (Petróleos Mexicanos), CFE (Comisión Federal de Electricidad), el petróleo, el gas y demás recursos energéticos y estratégicos propiedad de todos los mexicanos, así como a modificar la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 27, 28 y demás relacionados.
   Para efectos jurídicos presentes y del futuro, nuevamente manifiesto mi desaprobación a todo aquel trato concertado con el gobierno actual de México para enajenar los bienes de la Nación.
  Cualquier contrato signado a mi nombre es inválido; Enrique Peña Nieto y quienes firmen a mi nombre usurpan ilegalmente mi consentimiento: no me representan.



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